¿NO EXTRAÑAS…?

¿No extrañas…?
La química que irradian nuestros cuerpos
acrecentando en nuestros poros el mágico deseo
en el silencio de las noche donde sobran las palabras
vibrando inmersos en el magmático lenguaje universal
donde el juego amoroso es el cenit de nuestras almas.

¡No extrañas…?
El conjugar el fuego de tanta pasión contenida
liberarnos en la sublime expresión del Eros
amalgamados entre la pleamar de las aguas
haciendo honor a nuestra sensual naturaleza
cubriéndonos de espuma de la salinidad marina.

Mis dedos en tu boca delineando tus labios
mis besos apasionados sobre tu piel resbalando
perdiendo la conciencia descubriendo sensaciones
en el romanticismo donde reinan las caricias
amándonos por horas sin tapujos ni condiciones.

Yo extraño el alimento afrodisíaco de tu sexo
el nutrirme de ti calmando la sed de mi boca
tus espasmos violentos mojando mi rostro
tu lengua calmando el ardor de mi cuerpo
potenciando el salvajismo acorralado de mi instinto
el devorarte a besos en amaneceres rojizos distintos.

Amando cada latido de tu corazón sintiéndote mía
tus senos armoniosos excitándome hasta la lujuria
mi hambre salvaje de poseerte con pasión desmedida
mis movimientos pélvicos enterrándote en la arena
tu sexy cabellera entre la brisa del viento ondulando.

Dime que extrañas mi cielo la fracción de segundo
en que éramos los reyes del mundo y todo desaparecía
el sentirnos ebrios uno del otro aun transcurriendo los días
o estoy embelesado por ti consumiéndome en tu fuego
o tal vez no quiero despertar y sigo abrazado a tu cuerpo.


EURIDICE CANOVA
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